RESISTIMOS HOY: O PASAMOS A LA HISTORIA COMO UNA GENERACIÓN DE COBARDES.
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La estrategia de la élite usurpadora valluna (no del noble pueblo cochabambino), no da tregua en su afán de agredir la integridad territorial del Beni. Al más puro estilo del Nacionalsocialismo de Hitler con su doctrina del Lebensraun o espacio vital (a mayor población, mayor territorio) desconoció el “mutuo desistimiento” de 1.991 suscrito ante la Corte Suprema de Justicia, sustentado en la amistad y concordia; del mismo modo, ignoró la declaración del “Diálogo Nacional” del 2.001 que determinó mantener inmovilizada política y administrativamente la zona en conflicto, en aras de los lazos de unidad y fraternidad del Beni y Cochabamba.
Pese a esos antecedentes jurídicos irrefutables, los expansionistas domésticos, impulsaron divisiones y disgregaciones territoriales en él área inmovilizada, continuando el 2.015 con el procedimiento de Conciliación Administrativa para definir sus límites con Santa Cruz, arrastrando vicios procedimentales que dejaron en absoluta indefensión a nuestro Departamento por falta de notificación formal, toda vez que existía un punto tripartito que lo convertía en parte del proceso (punto maliciosamente desplazado desde la desembocadura del Río Izozo con el Ichilo, hasta la confluencia del Río Grande con el mismo Ichilo).
El irregular procedimiento administrativo concluyó con la promulgación de la Ley 846 del año 2.016, afectando severamente la integridad territorial del Beni (imagen 2).
Frente a este deplorable hecho, el Comité de Defensa de la Integridad Territorial del Departamento, bajo el asesoramiento de la Comisión Tecnico-Jurídica, mediante Resolución expresa, declaró estado de emergencia en repudio a la clandestina y artera Ley 846.
Con los antedecentes citados; hoy, es el preciso momento de poner a prueba nuestro mentado sentido de pertenencia, cerrando filas para no tolerar semejante agresión, pues no existe al presente, nada más importante que defender la tierra amada. Hoy, las autoridades electas y designadas de los tres niveles de Gobierno, representantes institucionales, políticos, académicos, gremiales, empresariales, sectoriales y pueblo en general, debemos sumar fuerzas y resistir en inquebrantable unidad el cercenamiento de nuestro territorio. Hoy, los que excusen por cualquier circunstancia, mañana no podrán fijar su mirada en los ojos de sus hijos o nietos avergonzados por su inaccion y, habrán asegurado por merecimiento propio, un lugar destacado en las paginas negras de la posteridad.


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